El director de la planta acudió a felicitar personalmente a los miembros de un Círculo de Salud (CS) que habíamos tutorizado desde nuestra consultoría.
En 6 sesiones de 60 minutos, dos trabajadores, apoyados por su supervisor, dos expertos y un delegado de prevención, identificaron las causas de los problemas y propusieron diversas medidas para mejorar las condiciones ergonómicas de un puesto de montaje que estaba generando problemas musculoesqueléticos. En 8 semanas se inició el cambio, sustituyendo algunas herramientas (modificando el peso y la dirección del mango), se compraron sillas que permitían una posición más cómoda o se instalaron apoyabrazos en lugares específicos. Además, se estableció un programa de ejercicios musculares y sesiones de fisioterapia.
Para este y otros CS seguimos la estrategia nacida en Alemania durante los años 80, para abordar, de forma participativa, la implementación de programas de mejora enfocados a la resolución práctica de problemas concretos. Una revisión[1] documentó más de 300 experiencias de CS, aportando evidencias sobre su efectividad para mejorar condiciones ergonómicas y psicosociales con efectos positivos en materia de salud, bienestar y absentismo. Una versión de los CS es la Ergonomía Participativa, también valorada de forma muy positiva en términos de eficacia[2]. Los CS son especialmente útiles en empresas con una cultura orientada a la mejora, siempre que la dirección apoye el proceso. Requiere establecer reglas del juego claras y un clima de cooperación y confianza informativa. Poner en valor la experiencia de los trabajadores como expertos en sus condiciones de trabajo es vital para conseguir resultados satisfactorios. Además, estas estrategias promueven un clima preventivo positivo y de motivación de los trabajadores, que sienten que “se les escucha” y perciben la implicación de la dirección, incluso cuando no todas las opciones de mejora pueden implementarse.
La Unión Europea recoge esta experiencia en términos de buena práctica preventiva[3]. Por otra parte, los CS combinan especialmente bien con las estrategias que buscan mejorar las habilidades y la resistencia individual. El concepto NIOSH de TotalWorkerHealthTM para “empresas saludables”, propone precisamente conjugar la prevención de riesgos con la promoción de la salud. La creación de CS para la mejora psicosocial se complementa de forma eficaz con estrategias de afrontamiento de estrés y lo mismo ocurre con la mejora de las condiciones ergonómicas y los programas de fortalecimiento muscular o “ergonomía activa”.
[1] Aust B, Ducki A. (2004). Comprehensive Health Promotion Interventions at the Workplace: Experiences With Health Circles in Germany. Journal of Occupational Health Psychology, 9 (3), 258-270. http://dx.doi.org/10.1037/1076-8998.9.3.258
[2] Cole D y otros. (2005). Effectiveness of participatory ergonomics: summary of a systematic review. Disponible en: https://www.iwh.on.ca/sites/iwh/files/iwh/reports/iwh_best_evidence_pe_effectiveness_2005.pdf
[3] European Agency for Safety and Health at Work.Health Circles. An effective and enjoyable way to conduct risk assessment. 2009.