¿Conoces la fábula de la gallina y el cerdo?
Seguro que sí… es esa en la que una gallina y un cerdo van paseando y la gallina propone al cerdo abrir un restaurante juntos. El cerdo dice que le parece una buena idea, y la gallina le propone llamarlo como el plato estrella: “huevos con jamón”. El cerdo, piensa por un momento la propuesta y finalmente la rechaza, explicándole que se siente injustamente tratado porque en el plato estrella él (el cerdo) está comprometido, pero la gallina solo está implicada.
Si eres técnico de prevención sabrás que cuando hablas de la seguridad, la dirección, los mandos, los equipos… con los que trabajas, seguro que te dicen que están comprometidos y muy implicados, pero a menudo, confundimos el compromiso con la implicación y como vemos en la fábula, son bastante diferentes.
Podríamos definir el compromiso como nuestro nivel de pasión con lo que hacemos.
El compromiso es una de las dimensiones del clima preventivo que podemos medir. Lo que medimos en realidad es cómo se percibe, por eso hablamos de que el compromiso de la dirección debe ser visible. No puedo comprometerme con algo que no percibo como importante para la empresa. No me motiva.
10 claves para visibilizar el compromiso de la linea de mando con la seguridad
- Haz visible tu compromiso con la seguridad. No des por supuesto que todo el mundo lo ve. Esfuérzate en mostrarlo cada día y pide que todos lo muestren.
- Comparte de manera transparente objetivos y valores. Cuenta y no te canses de contar el por qué y para qué de la gestión de los riesgos, de las medidas adoptadas.
- La seguridad no es un formalismo. Pon en el centro la seguridad con sentido y haz gestos para que se visualice. Por ejemplo, repiensa tus herramientas: evaluamos los riesgos contigo y para ti.
- La seguridad no es sólo una obligación. Insiste en que es, sobre todo, una elección. Cada uno de nosotros tenemos el poder de elegir y hemos decidido trabajar seguros.
- Haz equipo. La seguridad no se consigue desde el despacho. La seguridad está sobre el terreno, en la operación. Implica y cuenta con cada persona desde su posición, ofreciéndoles apoyo para hacerlos dueños de su seguridad. Empodérales!
- No abrumes, ni te dejes abrumar. Sé coherente con tus objetivos: no plantees metas inalcanzables, objetivos irreales.. Compártelos, debátelos y llévalos a la práctica.
- A cada cual según sus necesidades. Apoya y acompaña a cada persona en lo que necesite. Para cada uno lo suyo es lo más importante, hazle saber que para ti también.
- Practica la coherencia. Sé ejemplar, conviértete en el espejo donde mirarse.
- Persuade, convence. No impongas. Si realmente quieres que los compromisos sean duraderos, han de tomarse con convencimiento.
- Y por si no lo habías aplicado todavía, insiste en la clave número 1.