En I+3, sabemos que identificar, medir e intervenir sobre los riesgos psicosociales son uno de los retos de la gestión preventiva más actuales y que más esfuerzos ocupan a los prevencionistas en su día a día. Iniciar el proceso de evaluación en una empresa, suele ser el inicio de un proceso complejo, pero depende de cómo lo hagamos, es un nuevo camino para generar cultura preventiva.
Los técnicos de prevención somos los conductores de este proceso y por eso es fundamental cómo nos situamos para explicar de qué va esto y a donde nos va a llevar, para impactar en la cultura aportando valor a nuestra organización más allá de cumplimientos formales.
Las 3 Claves de gestión de riesgos psicosociales para alcanzar el éxito
- CENTRAR EL TIRO Y EL ENFOQUE
El primer hándicap lo encontramos al hacer entender a la dirección y toda la organización que esto no va de personalidades ni de programas de Salud mental (que los programas centrados en el individuo son un complemento, pero que éstos no van al problema, que ayudan a la promoción o protección, pero no son prevención).
Hay que enfocar nuestra estrategia y explicar que los riesgos psicosociales van de condiciones de trabajo y de cómo se organiza el trabajo. El foco es identificar e intervenir sobre el origen, vamos a evaluar condiciones de trabajo, para gestionar el efecto en la Salud y bienestar de las personas, modificando el entorno y a su vez también mejorando la cultura preventiva. - GARANTIZAR UN ANÁLISIS COMPARTIDO Y DEL CONTEXTO
Es fundamental implantar el proceso de análisis triangulado. El uso de las técnicas cualitativas en las evaluaciones psicosociales no es opcional: es imprescindible. Pero no solo es imprescindible para la evaluación, lo es sobre todo para la intervención: es el primer paso para la mejora de las condiciones de trabajo. Estas técnicas nos permiten tomar conciencia de los riesgos, generar compromiso y eliminar las resistencias para prevenirlos.
Este es un punto clave, en nuestro desempeño del rol de facilitadores de los prevencionistas. Tenemos que esforzarnos en explicar que aplicar técnicas cualitativas no consisten en hacer entrevistas individuales, ni administrar tests de personalidad. Que aplicar técnicas cualitativas es disponer de espacios de participación de trabajadores que comparten condiciones de trabajo similares y que de manera honesta se pone en valor su conocimiento derivado de su experiencia sobre el origen de las exposiciones para contribuir a definir cómo mejorar y cómo aprender. Reconocer esta sabiduría contribuye a generar un entorno de cultura justa. - NO PERDER EL OBJETIVO: MEDIR PARA CAMBIAR
Y el tercer y gran hándicap es la intervención. En este caso es tan transversal que impacta de lleno con lo que suele ser competencia de otros departamentos porque hablamos de política empresarial y las medidas de intervención tienen que ver con diseño de procesos de trabajo, estrategias de gestión de personas, distribución del tiempo de trabajo, comunicación …
El abordaje de los riesgos psicosociales con sentido nos lleva a un cambio de enfoque en muchas áreas de la empresa, y requiere de un proceso de reflexión y decisión conjunto, por eso debemos tejer alianzas durante todo el proceso y aprovechar esta oportunidad para promover un cambio de cultura.
No se trata de imponer lo mío, se trata de que todos entendamos que la salud está implicada en todas y cada una de las áreas. Que seamos conscientes de que la intervención psicosocial no pasa por una intervención aislada, sino que es una cuestión sistémica y estratégica, desde la política a la gestión. El impacto psicosocial de lo que la dirección comunica y no comunica a la hora de tomar decisiones tiene efecto psicosocial aportando certeza o incertidumbre y generando o no bienestar en las personas. Que cuando los líderes asignan tareas, delegan trabajos, reconocen el trabajo bien hecho, impacta profundamente en la salud psicosocial. Que cuando diseñamos el trabajo, los tiempos, los descansos el único referente no es la productividad que incorporemos también criterios de calidad y bienestar.
En definitiva, la evaluación psicosocial es un proceso que ha de centrarse en las condiciones de trabajo y estas están condicionadas por la cultura de la empresa, ha de poner en el centro a las personas y reconocer la sabiduría derivada de la experiencia y ha de poder hacer ser conscientes a los líderes a todos los niveles de que en cada momento lo que hacemos y el cómo lo hacemos aporta o resta bienestar y salud a las personas.
Por todo esto, sabemos que las condiciones de trabajo psicosocialmente saludables contribuyen a la madurez de la cultura preventiva y son una de las señas de identidad de las organizaciones excelentes
Desde la prevención podemos aportar a la dirección de la empresa y a los equipos que trabajan en nuestra organización herramientas para evolucionar a nuestras organizaciones y hacerlas mejores y más saludables…De nuevo, los prevencionistas tenemos un reto.