“Comunicamos mal”, “no sabemos comunicar”. Son expresiones comunes que nos transmiten los equipos directivos cuando los resultados NOSACQ-50 del diagnóstico de clima preventivo apuntan a la necesidad de mejorar la visibilidad del compromiso de la dirección.
Y resulta que dan en el clavo: todas las evidencias muestran que la comunicación efectiva es clave para promover la cultura y que en ese reto la dirección tiene un papel vital.
Las personas con puestos de dirección que asumen el desafío de diagnosticar el clima preventivo parten de una posición muy especial: les preocupa la seguridad del equipo y ya han desarrollado e implantado estrategias y acciones diversas para mejorar la prevención. Han hecho un esfuerzo. Pero no han podido conseguir que “cale” entre la plantilla la cultura que ambicionan y que quieren trasladar.
Al margen de la orientación más o menos certera de las acciones emprendidas y su calidad, conviene revisar las prácticas comunicativas en la compañía: para qué y qué se comunica, en qué circunstancias y cómo se hace.
Aquí van algunas ideas:
- Caer en la cuenta. Toda la dirección comunica (aunque no se dé cuenta) con lo que dice (y lo que no dice) y con lo que hace (y lo que no hace).
- De arriba abajo. Involucrar en la estrategia de comunicación a toda la cadena de mando para que llegue el mensaje y que llegue igual a todos (cuidar la coherencia).
- Tener la seguridad en la cabeza. Reflexionar y preparar bien los mensajes, preguntar mucho por los problemas y las soluciones.
- ¿Qué se quiere conseguir? Dejar muy claro cuáles son las prioridades y los objetivos (concretos y alcanzables).
- Hablar de lo importante. No perderse en lo accesorio y centrarse en las cosas más relevantes: evitar sobre todo los accidentes graves y mortales.
- Todo no interesa a todos. Procurar que las comunicaciones se ajusten a los diferentes públicos diana; no agobiar, mejor la calidad que la cantidad.
- Aprovechar las oportunidades para interactuar con la plantilla: una visita a la planta, una llamada telefónica… (no sólo reuniones y charlas ad hoc o paseos de seguridad).
- Comunicar en positivo. Hablar de lo bueno, de los avances, celebrar los logros; las estadísticas de accidentes no lo son todo.
- Dar ejemplo. El peso de la seguridad no recae solo en los trabajadores; la eficacia de la gestión de la seguridad es una forma de comunicar con hechos.
- Puertas abiertas. Recibir y gestionar las opiniones sobre los problemas, las soluciones y las oportunidades para mejorar
Y, ahora… una reflexión para la mejora:
¿cómo comunica la dirección de tu empresa en seguridad?
¿quieres que te contemos como mejorar la comunicación de la dirección?