Se trata de poner a los directivos sobre el terreno para verificar directamente el desempeño del trabajo e identificar las oportunidades de mejora mediante el diálogo con el trabajador que ocupa el puesto.
Hay muchas evidencias de que los Paseos de Seguridad promueven eficazmente la Cultura Preventiva. Además de reforzar la percepción de los trabajadores sobre el compromiso preventivo de la dirección y el interés de los directivos por su propia seguridad, impactan positivamente en la moral de los empleados al favorecer una relación positiva de diálogo y de propuesta. Los directivos, por su parte, se acercan a la realidad de las condiciones de trabajo y conectan con los trabajadores comprobando de primera mano las prioridades en los puestos visitados y las necesidades de mejora. Todo ello favorece el establecimiento de unas relaciones compromiso mutuo.
Aunque se trata de una herramienta muy utilizada en las empresas de primer nivel, hemos podido comprobar que no siempre se ejecutan de la forma adecuada, por lo que a menudo se pierde eficacia a pesar de la dedicación que se les presta. Proponemos algunas reglas de oro para evitar esta deriva:
- Hablar. Los paseos siempre incluyen la interacción con los trabajadores. Son los que conocen bien el puesto. Es tan motivadora esta interacción que no podemos perdérnosla
- Tiempo suficiente. Si no tenemos el tiempo o la tranquilidad para hacer bien el paseo, es mejor no hacerlo. Se requiere centrarse, tener unos minutos de calidad, observar el entorno y, sobre todo, hablar. La calidad sobre la cantidad.
- Sólo seguridad. No aprovechemos para tratar otros temas pendientes ajenos a la seguridad. Los trabajadores agradecen mucho este enfoque, e identifican una prioridad clara en la dirección.
- No son inspecciones. Es uno de los errores que identificamos con más frecuencia. Poner a la dirección a rellenar un check-list no es lo más adecuado. Observación y diálogo para entender cómo son las cosas y por qué suceden.
Nuestra línea de formación de líderes en Cultura Preventiva incluye la propuesta de Conversaciones y Paseos de Seguridad siendo nuestra experiencia muy positiva. Una vez que conocen el sencillo procedimiento que planteamos y lo ponen en práctica, discutimos juntos la experiencia. Nos resulta muy gratificante recibir las opiniones positivas e incluso entusiastas; especialmente positivas son las percepciones sobre la sencillez para desempeñar el programa y la forma en que los trabajadores agradecen esta práctica. Los directivos descubren situaciones que no conocían, entienden las dificultades de algunos procedimientos y se implican de una forma muy natural en la solución de los problemas.