Una mujer brillante en segundo plano
Lillian Moller nació en 1878 en Oakland (California), quiso estudiar Filosofía en Columbia, pero la negativa del profesor a aceptar mujeres hizo que empezara a interesarse por la Psicología. Doctorada en Psicología, Lillian vio la necesidad de incorporar el factor psicológico para reducir la fatiga y aumentar la satisfacción de los trabajadores.
Su matrimonio con Frank Gilbreth le permitió desarrollar su carrera en una profesión que tradicionalmente había sido ejercida por hombres, la ingeniería. Los Gilbreth llegaron a tener 12 hijos con los que experimentaban sus modelos de gestión, lo que inspiró la publicación de un libro que se llevó posteriormente a la gran pantalla (Cheaper by the dozen: Doce en casa en su versión de 2003 en español).
Buscando “la mejor manera” de hacer cualquier trabajo, los Gilbreth se orientaron a la disminución de los movimientos para evitar la fatiga de los trabajadores. Entre sus aportaciones se citan los diseños ergonómicos del mobiliario, la incorporación a los trabajos de la calistenia (ejercicios físicos con el propio cuerpo), la creación de bibliotecas para los trabajadores en las empresas, la introducción de la figura del auxiliar de cirugía que le entrega en mano el material al cirujano, o, incluso, el perfeccionamiento de los bateadores, receptores y lanzadores de la liga profesional de beisbol americana.
En sus publicaciones, Lillian apareció siempre en segundo plano, aunque hoy se sabe que fue la autora intelectual de al menos el 50% de las ideas para mejorar la eficiencia en el campo de la ingeniería industrial, en una época donde predominaba el Taylorismo. Los libros se publicaron siempre firmados sólo por el marido.
Discriminación y resiliencia femenina
Frank Gilbreth murió a los 55 años de edad, dejando a Lillian al cargo de sus 12 hijos y de la empresa de consultoría que había fundado con su marido. En el primer año de viudedad, perdió los 3 mayores contratos de la consultora. Las empresas no aceptaban a una mujer en los campos técnicos de la industria.
Lillian trató de sacar partido al rol que la sociedad del momento esperaba de la mujer. Creó un curso donde acudían los ingenieros para aprender el estudio del movimiento y empezó a especializarse en la consultoría a empresas mayoritariamente de servicios cuyos trabajadores o clientes eran mujeres.
Explotó el potencial de la psicología del comprador femenino para el marketing. Ayudó a empresas como Johnson & Johnson a desarrollar productos de higiene femenina con sus estudios de mercado. Trabajó sin cobrar para la cadena de grandes almacenes Macy’s donde existían conflictos de género, problemas de coordinación e ineficiencia. En su tienda de Nueva York rediseñó los pasillos para que fuera visualmente más atractiva y facilitara los movimientos de los consumidores, centralizó la zona de cajas, cambió las luminarias para que las empleadas redujeran la fatiga visual, acolchó las paredes para reducir el ruido, y sobre todo introdujo canales de comunicación entre los managers (hombres) y las empleadas para que los primeros entendieran las necesidades de las segundas.
Con la Gran Depresión del 29, las mujeres se incorporaron al mercado laboral al tiempo que que seguían ocupándose de las tareas del hogar. Lillian quiso crear formas de ahorrar tiempo y energía a estas mujeres. El diseño moderno de las cocinas se lo debemos a ella, e incluso creó algunos inventos importantes, como el bote de basura con pedal y los estantes dentro de las puertas del refrigerador.
El reconocimiento internacional
En 1929 recibió el doctorado honoris causa en ingeniería por la Universidad de Berkeley, convirtiéndose en la primera mujer en recibirlo de esta institución. Sus éxitos la llevaron a incorporarse al Comité de Emergencia para el Desempleo con el fin de crear nuevos puestos de trabajo y fue asesora económica de hasta cuatro presidentes de los EEUU.
Siguió trabajando, impartiendo clases y viajando alrededor del mundo hasta los 90 años. Murió en 1972, a los 94 años de edad. En la actualidad, existe una exposición permanente en una sala dedicada exclusivamente al matrimonio Gilbreth, en el Museo y su retrato cuelga en el National Portrait Gallery.
Referencias:
- Lillian Gilbreth. Redifining Domesticity. Jules Des Jardins. Lives of American women. Westview Press.
- Making Time. Lillian Moller Gilbreth – A life Beyond “Cheaper by the Dozen”. Jane Lancaster. Northeastern University Press
- Lillian Moller Gilbreth. Wikipedia, La enciclopedia libre.