Mattie Toma, Profesor Asistente de la Escuela de Negocios de Warwick, realizó un estudio en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Pensilvania, sobre un grupo de 450 adultos en Chennai (India) constatando que sólo dormían 5,5 horas por noche y que el sueño que tenían era de mala calidad.
A algunos miembros del grupo de estudio se les ofrecieron tratamientos para dormir durante la noche, incluidos elementos para mejorar su entorno, como máscaras para dormir, ventiladores o colchones. También recibieron consejos sobre los beneficios de un sueño de buena calidad y recomendaciones sobre las horas ideales de sueño o sobre estrategias para mejorar el sueño. A otros se les ofrecieron incentivos financieros a condición de que alargaran las horas de sueño.
Con estas intervenciones se logró aumentar el tiempo de sueño en un promedio de 27 minutos, pero el sueño adicional no mejoró la cognición, la productividad, la toma de decisiones o el bienestar de los trabajadores. Un efecto adicional fue que la gente llegaba más tarde a la oficina porque dormía más tiempo.
A otro grupo de participantes se le ofreció la opción de tomar una siesta de 30 minutos por la tarde en un ambiente cómodo y tranquilo. Estas siestas se programaron a media tarde en un entorno que permitía un sueño de mayor calidad que el que tenían en su propia casa, donde habían informado interrupciones como el ruido del tráfico o los mosquitos.
En este segundo grupo se detectaron mejoras notables en los resultados, incluido el bienestar psicológico, la cognición y un aumento promedio del 2,3 % en la productividad a lo largo del día.
Como parte del experimento, también se introdujeron aleatoriamente incentivos económicos, llegando a la conclusión que tomar una siesta al mediodía impulsaba la productividad tanto como un aumento salarial del 50 %.
Todo ello, lleva al Profesor Toma a aconsejar la introducción en las instalaciones productivas de espacios para dormir insonorizados o «cápsulas de siesta» por su impacto positivo en la productividad y el bienestar de los empleados.
Educar a los trabajadores sobre el valor de un sueño de alta calidad y alentarlos a dedicar tiempo de sueño en sus horarios diarios, especialmente ahora que muchas personas trabajan en casa a veces, también podría generar mejoras en la productividad, además de impulsar la retención de empleados, afirma el investigador.
Tomado de un artículo publicado en The Conversation bajo una licencia Creative Commons: https://theconversation.com/why-employers-should-wake-up-to-the-value-of-naps-at-work-203467