Los beneficios para la cultura preventiva de mantener conversaciones de seguridad son bien conocidos; en términos resumidos, promueven la integración de la seguridad en las operaciones, pero también otros aspectos culturales clave, como la visibilidad del compromiso de la dirección y la participación.
Se trata de hablar (mando con las personas de su equipo), de forma natural y práctica de los temas de seguridad en el puesto, en “el lugar en el que ocurren las cosas”, con las personas que hacen posible que ocurran y de las cosas que importan.
Que se hable de seguridad es muy importante (y nos lo dicen continuamente los trabajadores), para la cultura preventiva, y dar con los temas adecuados para facilitar a los mandos gestionar estos espacios, es una de las claves.
Por eso proponemos una lista de 11 temas agrupados en 6 aspectos básicos. Entre estos no figura la participación, porque es un aspecto transversal: en una conversación todos pueden hablar, no solo se va a escuchar.
Los ejemplos concretos pueden adaptarse a la realidad de cada organización según sus preocupaciones (y sobre todo las preocupaciones del mando), considerando sus riesgos y sus retos de mejora.
Los riesgos más comunes en las tareas más frecuentes
- Riesgo de caída por resbalones, tropiezos y desniveles. Dónde ocurren y cómo mejorar. Estos riesgos son una de las causas más frecuentes de lesión en las empresas y tienen diversos orígenes.
- Entre todos se puede hacer un listado de circunstancias y lugares críticos (fuga en una máquina, falta de iluminación, prisas, goteras de lluvia…). En conversaciones sucesivas se puede abordar este listado, analizar cada elemento y proponer medidas preventivas, para la empresa y para cada persona del equipo.
- ¿Qué es lo peor que puede pasar haciendo… tal operación?
Se trata de ajustar la conversación a las operaciones que realiza el equipo con más frecuencia. Serán varias, así que se podrá ir tratando esta temática en otras conversaciones.
El mando puede elegir una operación y explorar con el equipo las posibles circunstancias que pueden dar lugar a un accidente (que se coloque en el almacén una carga de forma incorrecta, que se atasque la línea, que no se tenga el EPI a mano…), explorar cómo abordar cada circunstancia para prevenir accidentes y generar compromisos propios y propuestas de mejora.
Nuestros procedimientos de seguridad
- ¿Tenemos claro qué hacer en caso de Incendio?
Seguramente todos han recibido formación e instrucciones, pero el mando querrá asegurarse que su equipo lo tiene claro. Sin que parezca un examen (que no lo es), se pueden recomponer entre las personas del equipo los pasos que dar en caso de incendio (“primero hay que …, segundo…”), y los componentes del plan de emergencia y evaluación. - Una “demo” para el trabajo en altura.
El trabajo en altura supone un riesgo potencialmente muy grave. Por mucho que se tenga la formación, repasar todo el procedimiento de forma práctica es necesario. Una persona del equipo (o el propio mando) , puede hacer una demostración de cómo lo hace, “haciéndolo de verdad”.
El resto observa y analiza. Finalmente se pueden comentar pasos del procedimiento que son más difíciles de cumplir y su importancia y buscar un compromiso de todos y mejoras que faciliten el cumplimiento.
Las “demos” son muy útiles para mejorar los procedimientos. - Circuitos de paso
Este es otro aspecto de los procedimientos necesarios para evitar golpes y atropellos. El contenido de la conversación podrá dirigirse a identificar posibles “puntos negros”, circunstancias específicas (confluencia de personas y carretillas, señalización…), en los que fijarse para proponer mejoras y compromisos dentro del equipo y fuera del mismo (recordar el procedimiento al departamento x, repintar el pasillo en tal zona…).
Momentos de tensión y prioridades
- ¿Por qué nos saltamos la importante norma x?
El conflicto entre seguridad y producción está con mucha frecuencia detrás de incumplimientos que generan accidentes. Buscar los contextos en los que se produce este conflicto ayuda a generar conciencia, apoyo y empoderamiento. “Cuando se atasca la línea”, “cuando tengo al camión esperando”, “cuando falta un compañero”…
Buscar entre todos y verbalizar estas circunstancias, permite profundizar en las motivaciones que dirigen los comportamientos y, sobre todo, es un momento de oro para que el mando plantee su prioridad (y la de la dirección) por la seguridad y genere empoderamiento para tomar decisiones seguras entre las personas.
Una alternativa a esta conversación es hablar de los EPIs, las dificultades que se experimentan para su uso y las necesidades para mejorar (calidad y número, instrucciones más claras…).
Somos equipo
- Recibimos a un nuevo miembro en el equipo. Nos ayudamos
La llegada de una persona nueva al equipo es un momento especial para esta persona, para el propio equipo y para la seguridad. Se trata de dar una bienvenida centrada en lo que importa a todos: la seguridad.
Se puede realizar presentándose cada uno, a la vez que añade qué hace por la seguridad todos los días por sí mismo y por los demás, qué se le da mejor y qué puede ofrecer a esta persona para que se sienta seguro/a. - Orden y limpieza
Se trata de un tema recurrente que refleja de forma muy gráfica muchas cosas del funcionamiento de la seguridad en la empresa. Importa sobre todo porque el desorden está detrás de muchos accidentes.
Explorar las circunstancias en las que se genera el desorden (¿siempre, cuando hay un imprevisto, cuando la línea se atasca?), y buscar soluciones es el primer paso para mejorar.
Conviene explorar durante la conversación la potencial contribución de cada persona para mantener el orden y la limpieza, acordar compromisos y definir sugerencias de mejora (más contenedores, un tiempo al final del turno, rotar algunas tareas de limpieza, etc.).
Analizar para aprender y mejorar
- Lecciones aprendidas
Se trata de una temática muy común y efectiva para las conversaciones. El objetivo es aprender de los errores, propios o de otros. Es importante que el accidente de referencia sea muy aplicable a lo que pueda ocurrir en el equipo y, que más que una acción informativa (contar qué pasó), sea un momento de reflexión.
Después de describir el accidente, se analizan entre todos las circunstancias, con el foco en la idea “¿podría ocurrir otra vez?” o, si no ha ocurrido en el equipo “¿podría habernos pasado a nosotros?. Si la respuesta es que sí, aunque sea con una remota probabilidad, es necesario identificar qué hacer y hacerlo.
Los incidentes o “near misses” son también una fuente extraordinaria de aprendizaje, explorarlos y usarlos para aprender puede evitar lesiones en el futuro.
RECONOCER ES MOTIVAR
- ¡¡Enhorabuena!!
Seguramente (es lo habitual), las personas del equipo han contribuido con su esfuerzo a generar buenos resultados en algún aspecto de la seguridad (además de la producción o la calidad).
Hay que reconocerlo, decirlo, siempre. En cada conversación, pero bien se merece una conversación específica de vez en cuando.
Esta conversación se puede enfocar en los resultados de las inspecciones o de las observaciones de seguridad, en el número y calidad de las sugerencias de mejora que han realizado o de las situaciones inseguras que han detectado. El mando, si le parece oportuno, puede invitar a alguien de la dirección a participar en este reconocimiento.
Muchas gracias por leer este texto. Si tienes interés en profundizar en el apasionante tema de las conversaciones de seguridad, dínoslo, que estaremos encantados de hablar contigo.